La alegría de Cristo Resucitado invade nuestra vida,nuestras comunidades y familias para buscar y hacernos acreedores de “los bienes de allá arriba”. La Pascua es el surgimiento de la comunidad. Y sigue siendo la Palabra y la Fracción del Pan lo que abre los ojos y el corazón de los discípulos, entonces y ahora. Que el Espíritu nos anime en esta vida nueva, desde lo humano y pequeño, para que gocemos en nosotros lo divino e inmenso de su Amor, como testigos cualificados en la misión. Que el triunfo de Jesús sobre la muerte llene nuestra vida de esperanza y de Evangelio.
¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!
Hna. Mª Ángeles Trabalón, OSsR
